La Biblia y los cuervos de elías


 
La Biblia, un libro que unos ven con escepticismo y otros admiran. Por ejemplo, entre sus muchos relatos hay uno de alrededor de mil años antes de Jesucristo acerca del pueblo de Israel, de cuando sus habitantes se deslizaron poco a poco por una senda cada vez más alejada de Dios debido al reinado de un rey que cerró sus ojos y oídos a los mensajes que los profetas del Dios verdadero tenían para él.

Elias el profeta le dio una advertencia sencilla: Si no enderezaban sus caminos, les sobrevendrían consecuencias terribles. Pero en vez de poner atención y medir sus palabras, el rey y la reina lo mandaron capturar. El profeta teme que lo maten, y Dios lo refugia en el desierto. ¿Cómo sobreviviría y por cuánto tiempo? 

Dios usó a unos cuervos que le suministrarían alimento regularmente, al tiempo apropiado. Hoy los cuervos de Elías representan el alimento espiritual que Dios provee mediante la Biblia. Esperamos que la lectura de nuestros artículos te resulte provechosa. 

[Los comentarios de abajo son solo representativos]

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Uno de los cuervos dijo...

Hola, Julián

Dios no hace planes, los hombres sí. Un plan implica tener en cuenta los márgenes de error y tener un plan B en caso de fracasar. Dios nunca fracasa. Dios no planea ni planifica las cosas. (Números 23:19; Isaías 46:8-11)

Dios tiene un propósito. Es decir, cuando se propone algo, lo lleva a cabo con 100% de éxito. No existe margen de error. Su propósito para la humanidad no ha cambiado. (Malarquías 3:6)

Él se propuso en un principio que la humanidad disfrutara de la vida en un paraíso. La advertencia a Adán, en cuanto a que si desobedecía, moriría, implicaba que no moriría si obedecía, y por tanto, gozaría de vida eterna en el Paraíso. (Juan 5:39; Romanos 10:5) Y ese propósito no ha cambiado. Se cumplirá sin falta. (Efesios 1:9-10)

La intervención del Diablo en el Paraíso no cambió el propósito de Dios. Solo requirió aclarar el malentendido que provocó ante Adán y Eva al decir que a la humanidad le iría bien o mejor sin Dios. De hecho, el reino de los cielos, pregonado por Jesucristo y posteriormente registrado con todo detalle en la Biblia, es el instrumento que Dios está usando para santificar su nombre. (Ezequiel 36.23; Lucas 11:2; Juan 14:29-31)

Finalmente la humanidad entendería que sin Dios es imposible tener éxito. (Proverbios 21:30) Si examinas a fondo las profecías bíblicas y la cronología interna de las Santas Escrituras, notarás que todo continúa dentro de los tiempos previstos por Dios. (Juan 12:31; Hebreos 2:14)

El hecho de que Jesús invitara a todos a seguirle es una prueba contundente de que no estábamos invitados, y que de nosotros dependería aceptar o no su invitación a abrir la puerta y conversar con él. (Apocalipsis 3:20; Mateo 22:14)

Por eso, Jesús pudo decir lo que está registrado en Juan 19:10 y 30.

Para que formes parte del propósito de Dios no basta con decir: "Me gustaría". ¡Tienes que poner fe por medio de mostrar un verdadero interés y ponerte las pilas! Esperamos que aceptes su invitación y te hagas un discípulo de verdad antes de que se cumplan todos los tiempos señalados. Gracias por visitar nuestro blog.

Carin dijo...

Me intriga el 666. ¿Qué piensan ustedes al respecto? Algunos dicen que es el anticristo, que aparecerá en la tierra en cualquier momento; otros dicen que es la señal de una bestia descomunal que aparecerá al fin de los tiempos.

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Carin

En la Biblia, el número tres suele significar énfasis, y el siete, perfección divina o espiritual. El seis enfatizado tres veces solo parece un simbolo del hecho de que el hombre alejado de Dios no alcanza la perfección espiritual por más que se esfuerce. Es todo.

En cuanto a la bestia. Debes saber que la Biblia utiliza muchísimas veces el símbolo de bestias para referirse a reinos, imperios o gobiernos humanos. (Daniel 7:2-3; 8:20-22)

Respecto al anticristo, no es novedad. El apóstol Juan dijo que en su tiempo ya había aparecido, y no solo uno, sino muchos, y los conectó con la enseñanza de mentiras que no se originan de Dios, es decir, que no tienen asidero en la Biblia. (1 Juan 2:18-22) De modo que el anticristo no parece ser una persona, un individuo, sino una entidad religiosa que comenzó en el primer siglo y ha permanecido a través de los siglos, caracterizándose por la enseñanza o divulgación de mentiras religiosas.

Por eso, tanto a Jesucristo como a Juan y Pablo les pareció apropiado advertir a cada uno de los discípulos que asumiera su responsabilidad personal por medio de comprobar si la doctrina en la que habían puesto confianza verdaderamente tenía el respaldo de la Palabra de Dios y no meramente de una tradición humana. Esa era la única manera de protegerse contra el anticristo. (Mateo 15:3; Romanos 10:1-3; 1 Juan 4:1)

Además, y esto es muy importante, Jesús dijo: "Por sus frutos los reconocerán". (Mateo 7:15-20) No dijo: "Por sus doctrinas". Eso siginfica que los frutos o resultados producidos por la doctrina arrojaría una luz potente para distinguir la verdad de la mentira. ¿Y cuál sería el fruto más llamativo? El amor que se tendrían entre sí los discípulos. (Juan 13:34-35) Gracias por visitar nuestro blog.

Carin dijo...

¿Son malas todas las tradiciones?

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Carin

No, no pueden calificarse de incorrectas todas las tradiciones. El apóstol Pablo explicó que era correcto conservar y transmitir a los hermanos ciertas tradiciones relacionadas con las actividades de la congregación. (1 Corintios 11:2; 2 Tesalonicenses 2:15; 3:6)

Pero también aclaró que aunque antes de hacerse cristiano había guardado estrictamente todas las tradiciones que sus padres israelitas le habían transmitido, decidió eliminarlas completamente de su vida cuando se dio cuenta de que algunas de ellas entraban en conflicto con la Palabra escrita de Dios. (Gálatas 1:13-14) De hecho, el apóstol Pedro, a quien Jesús personalmente encargó las llaves del reino para que llevara la delantera en abrir las puertas de la salvación, advirtió que muchas tradiciones transmitidas por nuestros padres y abuelos debían eliminarse por completo por ser infructuosas. (Mateo 16:18; 1 Pedro 1:18)

Recordemos que cuando los líderes religiosos de su tiempo reconvinieron a los discípulos de Jesús por no observar ciertas tradiciones plenamente aceptadas durante siglos por el pueblo de Dios, nuestro Señor los reconvino más bien a ellos por enseñar tradiciones torcidas que desacreditaban la Palabra de Dios. (Mateo 15:1-6)

De modo que el mérito para juzgar como correcta o incorrecta cierta tradición no había de hallarse en la parafernalia ni en lo hermosa que pareciera a los ojos de la gente, sino en su armonía con las instrucciones del espíritu santo expuestas en la Biblia. (1 Corintios 4:6)

¿Por qué no debían tomar a la ligera este asunto? Porque su maestro había aplicado la profecía de Isaías 29:13 a aquellos líderes religiosos, diciendo: “Me rinden culto por gusto, porque sus doctrinas son preceptos humanos. Diestramente ponen a un lado los mandamientos de Dios para seguir una tradición de hombres.” (Marcos 7:6-8) Porque al hacer aquello y enseñar así al pueblo estaban invalidando la Palabra de Dios, es decir, restándole valor, anteponiendo enseñanzas de hombres, algo que Jesús siempre desaprobó.

Por lo tanto, aunque no son incorrectas todas las tradiciones, ha de tenerse en cuenta 1) que nunca deberían llegar al punto de considerarse como sagradas, como si de ellas dependiera la salvación; y 2) asegurarnos de que verdaderamente están respaldadas por la Biblia, la Palabra de Dios.

Está bien guardar las tradiciones, pero si descubrimos que cierta tradición en particular parece estar más arraigada en costumbres populares, o peor aún, en enseñanzas de demonios, que en la Palabra de Dios, no debemos titubear, sino ser valientes y denunciarlas como hizo nuestro Señor, recordando las sabias e inspiradas palabras del apóstol Pedro: “Ustedes han sido rescatados de aquella conducta necia transmitidas por sus padres”. Es decir, debemos recordar que la salvación que nuestro Señor hizo posible mediante el sacrificio de su cuerpo abarcó librarnos de toda tradición incorrecta. (Juan 8:32; 17:17) Gracias por visitar nuestro blog.

Devin dijo...

¿De qué me sirve la Biblia? ¿Acaso resolverá mis problemas?

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Devin

La Biblia dice de sí misma que fue inspirada por el Creador de los cielos y le tierra, pero que su contenido fue redactado por hombres confiables del pasado que Él seleccionó especialmente para hacerlo siguiendo sus instrucciones. (2 Pedro 1:19-21)

Piensa en esto: ¿Cuánto sabes acerca del abuelo de tu abuelo? ¿No es verdad que muy pocos contamos con esa clase de información? ¡Qué interesante hubiera sido que el abuelo de tu abuelo dejara un libro abierto, es decir, en proceso, acerca de la historia de la familia, y que uno de los miembros de la familia, es decir, de cada generación, hubiese podido añadir la parte que faltaba de la historia familiar! Bueno, la Biblia es algo así, pero abarca nada menos que a toda la humanidad. Es la manera como Dios ha comunicado a todos su maravilloso mensaje sin tener que usar su voz y hablar directamente a cada uno, es decir, para explicar las cosas punto por punto a cada nuevo ser humano que nace.

Pero no solo es útil desde un punto de vista histórico, sino que te ayuda a reconocer cuando necesitas poner las cosas en la debida perspectiva a fin de entender por qué estas aquí, por qué te ocurren las cosas que te ocurren y que se espera que hagas para armonizar con el resto del universo y disfrutar de una vida plena en todo sentido. La Biblia es el único libro que ha demostrado capacidad para hacer eso. El apóstol Pablo recibió inspiración de Dios para poner por escrito lo siguiente: "Toda la Santa Escritura fue inspirada por Dios y es útil para enseñar, para contraargumentar, para rectificar el camino y para instruir con base en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. (2 Timoteo 3:16-17).

Lógicamente, tus problemas son únicos, pero hasta así la Biblia puede ayudarte a poner las cosas en la correcta perspectiva para que sigas una línea de conducta a partir de allí y cultives el perfil que Dios creó para los seres humanos, y en la medida en que te esfuerces por armonizar con su propósito, disfrutar de la vida, además de tener una maravillosa esperanza.

Si deseas ampliar este tema, por favor, dentro de poco haz clic en la página de respuestas y busca el tema "¿De qué me sirve la Biblia?", que escribiremos especialmente para ti. Gracias por visitar nuestro blog.

Jano dijo...

Unos dicen que Jesús es Dios y otros que no. ¿A quien le creo?

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Jano

Tienes que creerle a Dios, no a lo que unos y otros simplemente enseñan basados en la tradición o costumbre social. En el primer siglo de nuestra era, Jesús condenó ciertas tradiciones que pretendían anular lo que claramente decía la Palabra de Dios. (Marcos 7:9)

Y ¿qué decía la Biblia en el primer siglo, cuando Jesús proclamó las buenas nuevas combatiendo las tradiciones? Puedes abrir la Biblia y leer Éxodo 5:7 y Salmos 100:3. Jesús creía en lo que decían las Escrituras. Por eso solía iniciar sus explicaciones diciendo: "Está escrito...".

Nosotros hoy también tenemos las Escrituras para abrirlas, leerlas, estudiarlas, discernirlas, ponerlas en práctica y proclamarlas en toda la tierra. ¿Y qué leemos en ellas?

2 Corintios 4:4 dice que Satanás es Dios. Citando del Salmo 82:1 y 6, donde Jehová llamó dioses a sus enemigos, los líderes religiosos del Israel del pasado, Jesús dijo: "¿No está escrito en vuestra ley: 'Yo dije, dioses sois'? Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), ¿vosotros decís: '¡Blasfemas!' a aquel a quien el Padre santificó y envió al mundo, porque dije: Soy Hijo de Dios?".

De modo que la Biblia usa el término "dios" de manera similar para referirse a todo aquel que ocupa una posición de ensalzamiento sobre los demás. Por eso, como vimos más arriba, a veces se refiere a Satanás como dios, y a veces a los líderes religiosos que perseguían a sus profetas.

Sin embargo, Jesús fue muy claro y directo al referirse al Dios de la Biblia como su Dios, diciendo: "Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria no es nada. Es mi Padre quien me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios." (Juan 8:54)

Ahora bien, Filipenses 2:5-7 dice: "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse." Eso significa que Jesús era divino antes de venir a la tierra, es decir, tenía una 'forma de Dios'. No es una contradicción, sino que armoniza bien con las profecías mesiánicas, como la de Isaías 9:6, donde se dice que Jesús es Dios Poderoso.

Por lo tanto, no es incorrecto afirmar que Jesús es Dios en el sentido de ser de naturaleza divina. Pero sería incorrecto traspasar las Escrituras y negar sus propias palabras cuando claramente se refirió a sí mismo al decir: "Soy Hijo de Dios". (Juan 8:54) En absolutamente ningún lugar de la Escritura hallarás un solo pasaje donde Jesús dice: "Soy Dios". Sin embargo, sí hallarás muchísimos donde Jehová, el Dios de los hebreos dice: "Yo soy Dios". (Génesis 17:1; 26:24; 28:13; 31:13; Isaías 41:4-10; 42:5-8; 43:3, 10-12; 44:6; 45:3-6)

Es de este Dios de los hebreos a quien Jesús se refirió cuando dijo a los fariseos hipócritas de su día: "Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria no es nada. Es mi Padre quien me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios." (Juan 8:54) Gracias por visitar nuestro blog.

Jano dijo...

¿De qué me sirve la Biblia?

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Jano

Desde Génesis hasta Apocalipsis, la Biblia afirma ser la Palabra de Dios, y por ello, una guía confiable para entenderlo todo. (2 Timoteo 3:16) Si deseas ampliar este tema, por favor, haz clic en la página de Respuestas y luego en el link "¿De qué me sirve la Biblia?", redactado especialmente para ti. Gracias por visitar nuestro blog.

Alexis dijo...

Una amiga traicionó a su esposo con otro hombre y vivió desvergonzadamente. Hace algunos meses ella ha estado asistiendo a nuestros servicios religiosos. Dice estar arrepentida, y se nota que está destrozada. Pero nadie quiere hablarle ni tratar con ella. Ella ha sido mi amiga, pero no puedo olvidar lo que le hizo a su esposo e hijo, dos seres maravillosos que no merecieron su traición. ¿Estoy obligada a perdonarla? Me punza mi conciencia cada vez que la veo porque, por un lado, quiero hablarle, pero por otro no.

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Alexis

Es comprensible cómo te sientes. El dolor causado a Dios cuando asesinaron cruelmente a Su Hijo Jesucristo fue mucho más fuerte que todos los dolores. Sin embargo, Dios extendió su perdón a todos los que ejercieron fe en Jesús. El perdón es el antídoto para la condena de Dios por el pecado. Sin perdón no seríamos nada, ni tendríamos esperanza alguna. (Juan 3:16; Mateo 20:28)

Si tu amiga está verdaderamente arrepentida y ha abandonado sus costumbres anticristianas, y ha pedido humildemente perdón a Dios en el nombre de Jesucristo, Dios es consecuente con su Palabra y puede perdonarla, y lo mismo deberían hacer todos los hermanos. (2 Corintios 2:5-11)

No es la gravedad de un pecado lo que aleja a una persona de Dios, sino su renuencia a acercarse a Él con arrepentimiento y hacer Su voluntad. El pecado la endurece y por tanto no quiere acercarse a Dios. Esa actitud negativa es lo que la condena a los ojos de Dios. Para volver tiene que abandonar el mal camino y acercarse a Dios en nombre de Jesucristo. (Santiago 4:8)

No obstante, la Biblia muestra claramente que para extender su perdón, Dios tiene requisitos claros que no deben pasarse por alto. Ella ha estado espiritualmente enferma y, por tanto, si quiere ser perdonada, debe obedecer la admonición que los apóstoles prescribieron específicamente para estos casos.

En armonía con Proverbios 28:13: "El que esconde su pecado no tendrá éxito, pero el que lo confiesa y se aparta de él recibirá misericordia". Por eso, ella tiene que confesar su falta y poner sus asuntos en orden ante Dios. Pero ¿a quién confesarlo? ¿Solo a Dios? No. También ha ofendido a toda la iglesia, porque lo que hizo atrajo mala fama sobre la reputación de Dios. La gente va a hablar mal de ella y de su religión.

Por eso, aunque es cierto que tiene que confesarlo directamente a Dios en oración, también hay otro requisito. Por favor, busca en la Biblia la epístola de Santiago y lee el capítulo 5, versículos 13 al 15. Allí está tu respuesta.

Si ella ha llenado todos los requisitos arriba indicados y ha sido perdonada, sería deber de toda la iglesia perdonarla y ayudarla a fortalecerse espiritualmente. (Hebreos 12:12-16) En la congregación cristiana no hay lugar para el rencor.

Pero ¿qué hay si, a pesar de todo, hay alguien que no puede dejar de sentir resentimiento? Nadie debe juzgar a otro. Es su asunto personal con Dios. Tal vez existan razones para sentirse así, y Dios no la va a condenar si sus razones son válidas a Sus ojos.

Si Dios ha perdonado a un pecador verdaderamente arrepentido, ¿quiénes somos nosotros para retener el perdón? Pero si Dios no ha perdonado, por haber notado que el pecador no está verdaderamente arrepentido, ¿quiénes somos nosotros para perdonar y reanudar el compañerismo? (2 Corintios 6:14-18)

Esperamos que esto te haya ayudado a discernir el problema y a tomar buenas decisiones respecto a aquella persona. Gracias por visitar nuestro blog.

Mishu dijo...

En su página de inicio ustedes dicen que 'Dios ha dispuestos lo necesario para ayudarnos a rectificar nuestros errores y darle un nuevo inicio a todo, pero sin la influencia de Satanás'. Preguntó: ¿Por qué no quitó a Satanás desde el principio, o evitó que apareciera en el paraíso, y nos ahorró el malestar de ver tantas injusticias y crueldades? ¿Por qué empezar todo de nuevo si en principio pudo evitarlo?

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Mishu

Por favor, ve a nuestra página principal y haz clic en la página de respuestas. Hemos preparado para ti el artículo "¿Y el libre albedrío"? Gracias por visitar nuestro blog.

Ubela dijo...

¿Cómo puedo demostrarle a alguien que la Biblia es verdaderamente la Palabra de Dios, el mensaje de Dios para la humanidad?

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Ubela

La Biblia afirma ser la Palabra [o Verbo] de Dios. (1 Tesalonicenses 2:13) Dios tuvo la precaución de poner sus palabras por escrito a fin de dejar un testimonio para el futuro y sentar un precedente legal de haber cumplido con advertirnos respecto a lo bueno y lo malo, ya que Jesucristo tendría en cuenta esas advertencias como base para juzgar nuestras acciones. (Isaías 30:8-11; Juan 12:48) La Biblia también afirma que Dios no se deja a sí mismo sin testimonio, sino que da pruebas no solo de su existencia, sino de su amor por la humanidad. (1 Juan 4:8; Hechos de Apóstoles 14:16-18)

Ahora bien, tanto Jesucristo como su Padre sabían que algunos dudarían de que Dios pudiera comunicarse con la humanidad. En ese caso, ¿cómo podrían esas personas convencerse de que la Biblia realmente era Palabra de Dios? ¡Obras! ¡Resultados! La mejor manera de salir de las dudas es analizando cuidadosamente las obras,, es decir, los resultados, efectos o fruto que la Biblia ha producido en las personas que se esfuerzan por poner en práctica sus enseñanzas. ¿Cómo saberlo?

La clave consiste en estudiar la Biblia a fondo para entender lo que dice, y al entender bien lo que dice, estar en posición de analizar todo lo relacionado con ella. (2 Corintios 3:14-17) Cuando Jesucristo advirtió que sus discípulos debían cuidarse de la falsedad, contrastó las actitudes que ellos debieran manifestar con las de los falsos maestros. Por eso pudo decir con confianza: "Por sus frutos los reconocerán", no se refería solamente al hecho de que sus verdaderos discípulos predicarían la Palabra de Dios, sino que principalmente manifestarían en su vida el fruto del espíritu. (Mateo 23:1-3; Gálatas 5:22-23)

Otro testimonio que Dios da de sí mismo se encuentra en la creación misma. por ejemplo, los científicos desconocen muchas de las cosas relacionadas con el universo, pero las aceptan y enseñan con fe porque observan su influencia. Aunque no las ven ni entienden, las reconocen porque ven y oyen su funcionamiento. Por eso tienen fe en que las verán después, cuando se descubran equipos más sofisticados. Por ejemplo, aunque no vean ciertas estrellas lejanas, saben que están allí porque perciben sus ondas de radio y otras manifestaciones innegables.

Algo parecido ocurre con el amor, la marca que identificaría al rebaño verdadero del Señor. (Juan 13:34-35) Si los discípulos se amaban entre sí, demostrarían ser cristianos verdaderos. Pero si no se amaban entre sí, no. Así de simple. Por ejemplo, en el próximo desastre natural, cuando ocurra un gran saqueo, pregúntate: "¿Quién saquea a quién? ¿No son miembros de la misma religión?". ¡Esa es una clara evidencia de que algunos solo proclaman el amor en tiempos de paz! Pero en tiempos críticos quedan expuestos como falsos. (1 Timoteo 5:24-25)

Por lo tanto, muéstrales tu base para creer que la Biblia es Palabra de Dios, pero si no creen, ínstalos a que vean las obras o resultados. Si aún así no creen, burlándose de ti, sigue el consejo de Jesús: "¡Déjalos!". (Mateo 7:6; 15:12-14; Lucas 23:8-9) Gracias por visitar nuestro blog.

Humberto dijo...

¿Por qué hay tanta maldad e injusticia en el mundo?

Uno de los cuervos dijo...

Estimado Humberto

Preguntas por qué hay tanta maldad en el mundo. Piensa qué te hubiera contestado Jesucristo. Él seguramente se hubiese referido a las Escrituras, como era su costumbre, y te hubiera ayudado a razonar sobre el particular. Eso haremos.

En su angustia, el profeta Habacuc preguntó una vez a Dios: '¿Hasta cuándo pediré auxilio sin que me oigas, Yahveh. Clamo a ti: "¡Violencia!" sin que intervengas con salvación? ¿Por qué me haces ver tanta maldad y miras la opresión? ¡Ante mí hay rapiña y violencia, querella y discordia! La ley sale torcida y no hacen juicio justo'. Y Yahveh le respondió: 'Por esto se pervierte el juicio: ¡Porque los malos son más que los justos!' (Habacuc 1:2-4)

Así es, Humberto. desde el punto de vista de Dios es innegable que los malos son mayoría. Por eso hay tanta maldad y por eso Jesús dijo que el juicio de Dios se expresaría de manera drástica contra la mayoría.

Para más información sobre este tema, por favor, ve a nuestra página de respuestas y lee el artículo: "¿Por qué hay tanta maldad en el mundo?". Gracias por visitar nuestro blog.

Julio dijo...

¿Existe una manera de saber exactamente quién es la misteriosa 'ramera' de la que se habla tan denigrante en el evangelio de Apocalipsis?

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Julio

Ante todo una aclaración. Apocalipsis es un libro componente del canon bíblico. A Apocalipsis no se lo considera como uno de los cuatro evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) ni como una de las tres cartas apostólicas escritas por Juan (1ª, 2ª y 3ª de Juan). Y, dicho sea de paso, aunque el canon lo ubica al final de la Biblia, no fue el último libro escrito por Juan, sino el primero. Juan escribió posteriormente el evangelio y sus tres epístolas. Hecha esta aclaración, vayamos a tu pregunta.

La ramera que mencionas tiene un nombre: "Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra". (Apocalipsis 17:5) Muchos escatólogos han especulado en cuanto a la identidad verdadera de esta ramera. Nosotros no especularemos, pero sí podemos asegurar algunas cosas basándonos en el contexto.

Por favor, dirígete a nuestra página de respuestas y lee el artículo "¿Quién es Babilonia la Grande?", que hemos preparado especialmente para ti. Gracias por visitar nuestro blog.

Julio dijo...

Dicen que Babilonia La Grande es el Vaticano, otros dicen que es la religión católica.

Uno de los cuervos dijo...

Imposible. Si uno es un estudiante acucioso de la Biblia no puede llegar a una conclusión tan superficial si presta atención al contexto. Porque el simbolismo de Babilonia la Grande implica la culpabilidad por TODO el derramamiento de sangre desde Abel, hijo de Adán, hasta el último de los santos a quienes se hubiera dado martirio antes de que viniera el juicio final.

Al referirse a los santos a quienes ella causa suplicio y/o muerte, se incluye a los santos profetas de la antigüedad, quienes existieron desde mucho antes de que la religión católica fuera fundada. De modo que el simbolismo de Babilonia la Grande no se refiere a una sola organización religiosa, sino aparentemente a todo el conglomerado de religiones cuyos líderes religiosos deshonraron a Dios mediante perseguir injusta y cruelmente a quienes proclamaron su Reino, especialmente a Su enviado principal, su amado Hijo Jesucristo. (Mateo 23:29-36; Apocalipsis 6:9-11; 17:6; 18:24; 19:2)

Yeni dijo...

¿Cómo puedo resumir la Biblia en un discurso que debo presentar en mi escuela?

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Yeni.

Puedes decirlo simplemente así:

"La Biblia es el libro más extraordinario que la humanidad ha conocido. Ningún otro libro en la historia ha tenido tan amplia distribución. Pero ¿por qué es tan especial? Por su contenido.

Yo resumiría así el mensaje de la Biblia: “Haz lo que te dé la gana, pero nada que no armonice con la naturaleza y el orden universal”.

Precisamente, la Biblia habla de la libertad de conciencia y de cómo el reino de Dios restauraría todas las cosas al estado ordenado y armónico que existía al principio. En sus primeros capítulos nos cuenta que nuestros primeros padres vivieron felices en el paraíso, hasta que tomaron decisiones que no armonizaron con la naturaleza ni con el orden universal. En tres palabras: "Desobedecieron a Dios". El resultado fue que lo echaron todo a perder.

Por otro lado, ¿quién no sabe que Jesucristo predicó el reino de Dios y la vida en el paraíso? En el evangelio de Lucas, capítulo 19, versículo 10, dice: “Porque el Hijo del hombre vino a buscar y salvar lo que se había perdido”.

¿Qué se había perdido? ¡El paraíso y la vida eterna! Dicho de otro modo, el reino de Dios haría que todo volviese a la normalidad, es decir, al estado en que estaban las cosas antes de que se desordenaran.

Hoy ningún religioso, economista ni político puede resolver los graves problemas por los que atraviesa el mundo. Al contrario. Todos los gobiernos se quejan de que ni siquiera las Naciones Unidas hayan podido restablecer la paz y seguridad en ninguna parte.

Vivimos en un constante estado de alerta y temor. Todos somos responsables de contribuir de una manera u otra a contaminar nuestro mundo en sentido fisico y en sentido moral. ¿Quień podría negar que lo hemos llevado al borde de la bancarrota y la autodestrucción?

El calentamiento global, la crisis energética, la explosión demográfica, la pobreza extrema, el hambre y el narcotráfico, por mencionar solo algunos problemas, se deben a que hemos hecho lo que nos ha dado la gana, PERO en cosas que no armonizaron con la naturaleza ni con el orden universal. Nunca fue la voluntad de Dios que vivieramos hacinados, desnutridos y agrediéndonos unos a otros.

La páginas de la Biblia nos proponen restaurar nuestra conciencia a un estado en el que todos realmente podamos disfrutar de la libertad de hacer lo que nos da la gana, pero teniendo cuidado de que todo lo que hagamos armonice con la voluntad de aquel que creo todas las cosas. (Romanos 8:21; Gálatas 5:1; Juan 8:32-36)

Por eso, haz lo que te dé la gana. Dios quiere que disfrutes de tu libertad. Pero antes de tomar cualquier decisión, antes de hacer nada, siempre pregúntate: “¿Adónde lleva esto? ¿Qué voy a lograr con esto? ¿Armonizará con la naturaleza esto que pienso hacer? ¿Concuerda con el orden universal? ¿Es esto lo que Dios realmente esperaría de mí? ¿Realmente entiendo cuál es la voluntad de Dios para mí?”.

Si así lo hacemos, habremos entendido lo que dice la Biblia en San Lucas, capítulo 10, versículo 19, y habremos hecho nuestra parte para que todo vuelva a la normalidad. Solo entonces nos sentiremos felices y podremos enseñar a otros a ser felices también."

Jude dijo...

Muy simplista. La Biblia es más complicada que eso.

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Jude

Puedes ir a nuestra página de respuestas, al artículo "La Biblia en resumen", para una consideración un poco más extensa. Gracias por visitar nuestro blog.

Pedro dijo...

¿Cómo puedo probar que Jesús usó el nombre de Dios (Yahweh o Jehová) durante su ministerio?

Uno de los cuervos dijo...

De una lectura cuidadosa de Éxodo 3:15 e Isaías 42:8, por citar solo dos ejemplos, cualquier lector acucioso de la Biblia puede deducir claramente que Dios se propuso que su nombre se diera a conocer ampliamente.

Lamentablemente, una interpretación exagerada del mandato registrado en Éxodo 20:7 por parte de los líderes religiosos del Israel de la antigüedad, derivó con el tiempo en una superstición y corrieron la voz de que todo el que siquiera mencionara en voz alta el nombre de Dios se acarrearía maldiciones. La idea arraigó tanto que terminaron suprimiendo por completo el nombre de Dios, reemplazándolo por "Dios" y "Señor", violando el mismísimo mandato de dar a conocer el nombre de Dios. Probablemente lo hicieron sucumbiendo a presiones de los adoradores del dios falso Baal. De modo que la traducción que Jesús usó en su ministerio probablemente ya no contenía el nombre de Dios.

Sin embargo, conociendo lo valeroso que era Jesús, y teniendo presente el amor y respeto que sentía hacia su Padre, además de que los escribas y fariseos no lo intimidaban en absoluto, era de suponerse que no se detendría ante una tradición absurda que no tenía ningún soporte en la Palabra de Dios, ni mucho menos por una superstición que instaba a soslayar el santo nombre de su Padre.

Al ponerse de pie y leer Lucas 4:16-19, citando Isaías 61:1, Jesús no pudo haber ocultado, disimulado ni pasado por alto la pronunciación del nombre de su Padre. Y Mateo seguramente tampoco lo hizo cuando citó Salmos 118:26 en el capítulo 23 de su evangelio, versículos 38 al 39.

Por tanto, para discernir si Jesús usó o no el nombre de Dios en su ministerio, no necesitamos estudiar griego. Basta con aplicar una lógica simple y reconocer el espíritu valeroso que animaba al Cristo, quien jamás se hubiera sentido corto ni perezozo de poner las cosas en claro respecto a este asunto vital. Si en el Salmo 118:26 y en Isaías 61:1 se mencionaba el nombre de Dios, Jesús de seguro citó las Escrituras tal y como debían leerse. Porque él fue el principal mensajero de su Padre. (Juan 17:25-26) Gracias por visitar nuestro blog.

Maco dijo...

¿Es una obligación festejar la Navidad o el Año Nuevo o los cumpleaños?

Uno de los cuervos dijo...

Si eres cristiano debes hacer la voluntad de Dios tal como se manifiesta en la Biblia, la Palabra de Dios. Y hasta donde tenemos conocimiento, la única instrucción que dejó Jesucristo respecto a celebraciones para los cristianos aparece en Lucas 22:19-20 y 1 Corintios 11:23-26, que por primera vez se llevó a cabo el día que coincidía con la Pascua de los israelitas, que Moisés instituyó por orden de Yahweh poco antes de que salieran del cautiverio en Egipto. (Éxodo 8:12-14)

No sabemos de otra celebración que Jesús o los apóstoles hayan ordenado a los discípulos. Por lo tanto, sobre la Navidad o el Año Nuevo, puedes investigar en Google u otro buscador web. Gracias por visitar nuestro blog.

Sara dijo...

¿Hasta qué punto una mujer tiene que ser sumisa a su esposo? ¿Y acaso él no tiene que ser sumiso al Cristo?

Uno de los cuervos dijo...

Entrevemos en tu pregunta frustración en tu relación de pareja. Para responderte nos remitiremos a las Escrituras.

Es verdad que la Biblia insta a las mujeres "a ser sensatas y puras, cuidadosas del hogar, bondadosas y sumisas a sus esposos, para que no se hable mal de la palabra de Dios". (Tito 2:5) Pero también dice al hombre que "debe amar a su esposa como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo, pues nadie ha odiado jamás a su propio cuerpo; al contrario, lo alimenta y lo cuida, así como Cristo hace con la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo". (Efesios 5:28-30)

Sin embargo, no solo nos dice lo que debemos hacer, sino nos ofrece ejemplos buenos y malos de la vida real que sirven para tomarlos como modelos de comportamiento, a fin de que analicemos las consecuencias que les sobrevinieron a los obedientes y a los desobedientes. (1 Corintios 10:6-11)

Un ejemplo de una mujer sensata que antepuso la voluntad de Dios a su propia voluntad fue Abigaíl, que tenía por esposo a Nabal, un hombre acaudalado pero que, desde el punto de vista de Dios, no servía para nada. Puedes encontrar su relato en 1 Samuel, capítulo 25.

Y un ejemplo de una mujer insensata que antepuso su propia voluntad a la voluntad de Dios fue la reina Jezabel. Puedes leer su historia a partir del capítulo 16 de 1 Reyes.

Tanto Nabal como Jezabel terminaron muy mal sus días, rebosantes de vergüenza y frustración. En cambio, Abigaíl enviudó y el rey David la tomó por esposa. De hecho, era una mujer tan extraordinaria que el rey la alabó con estas palabras: "¡Bendito sea Jehová, Dios de Israel, que te ha enviado hoy a mi encuentro! ¡Y bendita seas tú por tu buen juicio, pues me has impedido derramar sangre y vengarme con mis propias manos! Jehová, Dios de Israel, me ha impedido hacerte mal; pero te digo que si no te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, para mañana no le habría quedado vivo a Nabal ni uno solo de sus hombres. ¡Tan cierto como que vive Jehová! Dicho esto, David aceptó lo que ella le había traído. Vuelve tranquila a tu casa —añadió—. Como puedes ver, te he hecho caso: te concedo lo que me has pedido." (1 Samuel 25:32-35)

Cualquiera que se exceda en sus atribuciones la pasará muy mal, ya se trate del esposo o la esposa. La falta de respeto de parte de una esposa, como el dominio egoísta de parte del esposo son recompensados por Dios por medio de permitir que les sobrevengan las consecuencias de su proceder voluntarioso. (Romanos 2:11; 9:18)

Para más información, puedes leer el punto de vista de Dios respecto a la sujeción y a la manera de ejercer la autoridad en el hogar, en la epístola a los Efesios, capítulo 5. Gracias por visitar nuestro blog.

Noé dijo...

He notado que ustedes no mencionan la cruz en los lugares de la Biblia donde dice cruz. ¿Por qué?

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Noé

Efectivamente. Si alguna haces planes para visitar Francia, no te pierdas el Museo del Louvre. Verás muchos descubrimientos arqueológicos que confirman la exactitud de la Biblia. Por ejemplo, al ingresar, dobla a la izquierda por la galería Denon, a la izquierda de la Gran Escalera, por el pasillo que conduce a la “Venus de Milo” (diosa de la fertilidad identificada como la Afrodita griega, la canaanita Astarté y la Istar babilónica). Luego, a la derecha, precisamente antes de llegar a la “Venus” verás la Estatua de Marsias siendo despellejado en un poste de madera.

¿Qué tiene de especial dicha figura y cómo se relaciona con la respuesta a tu pregunta? Es interesante que a aquel poste se lo llame stauros y xylón, precisamente las palabras griegas que en algunas versiones de la Biblia se vierten en Mateo 27:40 y Hechos de Apóstoles 5:30 como cruz.

La verdad es que la palabra crux, del latín, que se usó posteriormente en la Biblia no reemplaza a ninguna que se refiera a dos palos, tablas o maderos cruzados, tal como sugieren algunas obras de consulta*sino a uno solo, que es el stauros y xylon mencionado.

Aunque el símbolo es reconocidamente precristiano (y bastante antiguo), la representación bíblica del stauros y xylon como maderos cruzados o en forma de T puede rastrearse hasta los tiempos en que surgió la apostasía del cristianismo. El apóstol Pablo advirtió: "Si alguien enseña falsas doctrinas, apartándose de la sana enseñanza de nuestro Señor Jesucristo y de la doctrina que se ciñe a la verdadera religión, es un obstinado que no entiende nada. El tal padece del afán enfermizo de provocar discusiones inútiles que solo generan envidia, discordia, insulto, suspicacia y altercados depravados, carentes de verdad. Estos son los que usan la religión como un medio para obtener ganancias". (1 Timoteo 6:3-5)

Por lo tanto, para reflejar una mayor acuciosidad al verter dichos pasajes y otros donde aparecen stauros y xylon, preferimos dejarlos como stauros y xylon en vez de anotar una traducción controvertida de la palabra. Así el lector sincero se sentirá animado a realizar su propia investigación de dichos términos y llegar a una conclusión más exacta de lo que realmente significaban. Para el tiempo en que se escribieron los evangelios y cartas apostólicas, stauros y xylon no significaban palos o maderos cruzados. Gracias por visitar nuestro blog.

Javier dijo...

¿Realmente existió el paraíso y Adán y Eva? Soy cristiano, pero el líder de mi religión dice que se trata de un mito. No sé qué pensar.

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Javier

Si no crees que el paraíso y Adán y Eva realmente existieron, no puedes tener fe en Jesucristo. Porque Jesús dio su vida para santificar el nombre de Dios, salvarnos del pecado y restaurar el paraíso.

1. Santificar el nombre de Dios porque fue en el paraíso donde Satanás le dijo a Eva que Dios estaba mintiendo, porque a ella no le pasaría nada si comía del fruto, sino que sería como Dios. Era necesario que el nombre de Dios fuera santificado. Él no había mentido a Adán y Eva.

2. Salvarnos del pecado porque el pecado se originó en el paraíso cuando Adán y Eva pasaron por alto las instrucciones de Dios y le dieron la espalda, poniendo la voluntad de Satanás por delante.

3. Restaurar el paraíso porque se había perdido. De hecho, la predicación del reino de Dios apunta a la restauración del paraíso.

De modo que es incompatible que alguien afirme ser cristiano y, al mismo, diga que Adán y Eva y el paraíso son elementos de un cuento o leyenda. Puedes leer el relato completo en Génesis, capítulo 3. (Lucas 19:10; 23:43)

Javier dijo...

También dice que si no estudio teología, no voy a entender la Biblia ni nada relacionado con Dios. ¿Es eso cierto, es decir, que estudiar la Biblia no basta?

Uno de los cuervos dijo...

Nosotros creemos en la palabra de Cristo y de los apóstoles, que a su vez pusieron fe en la Palabra de Dios y la llevaron a cabo, confiando en el cumplimiento de todas sus profecías. Los Evangelios y las Cartas Apostólicas apuntan al mensaje del Reino de Dios acerca del cual profetizaron los santos de la antigüedad. (Daniel 2:44)

Dios no ha cambiado, y su mensaje tampoco ha cambiado. De hecho ha cobrado más vigor que nunca antes. Y tampoco han cambiado la advertencia de los apóstoles, que advirtieron por espíritu santo: "Aprendan de nosotros a «no ir más allá de lo que está escrito». (1 Corintios 4:6) ¿Quién dice que se necesita estudiar teología? El que afirma eso, no conoce las Escrituras ni el poder de Dios.

¿Quién capacitó a los apóstoles a llevar un mensaje del cual dependería la salvación de toda la humanidad? ¿Maestros universitarios? No, sino el espíritu santo. ¿Y dónde podemos encontrar los mensajes del espíritu santo? ¡En la Biblia, pues!

De modo que quienquiera que te diga que estudiar la Biblia no es suficiente, no conoce la Biblia. Porque la Biblia dice que ella misma tiene el poder de capacitar a uno para llegar a ser un competente maestro del mensaje de Dios.

Mira lo que el apóstol Pablo le dijo al discípulo Timoteo: "Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza. En tanto que llego, dedícate a la lectura pública de las Escrituras, y a enseñar y animar a los hermanos. Ejercita el don que recibiste mediante profecía, cuando los ancianos te impusieron las manos. Sé diligente en estos asuntos; entrégate de lleno a ellos, de modo que todos puedan ver que estás progresando. Ten cuidado de tu conducta y de tu enseñanza. Persevera en todo ello, porque así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen. (1 Timoteo 4:12-16) ¿Mencionó la universidad como requisito para ser un cristiano competente? No.


Desde Génesis hasta Apocalipsis, la Biblia apunta al Reino como la meta hacia la cual debemos dirigirnos por medio de la fe en Cristo. En Génesis se muestra cómo el hombre le dio la espalda a Dios dando a entender que le había mentido. Así el pecado entró en el mundo por medio de ese hombre y se hizo necesario que el Reino devolviera las cosas a su lugar. Apocalipsis apunta a que los que se salven podrán comer de los árboles de la vida, algo que quedó vetado a nuestros primeros padres.

De modo que lo que se dice en la Biblia acerca del paraíso, Adán y Eva no es un cuento. Es la base de todo lo que creeemos los cristianos. "Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad." (Romanos 5:12) "Luego el ángel me mostró un río de agua de vida, claro como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, y corría por el centro de la calle principal de la ciudad. A cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce cosechas al año, una por mes; y las hojas del árbol son para la salud de las naciones. Ya no habrá maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad. (Apocalipsis 22:1-3)

Esperamos que esto haya disminuido tu preocupación, y que te hayas sentido animado a estudiar la Biblia a fondo. La salvación no vendrá por la mano ni el conocimiento del hombre, sino por la fe en Cristo. Pero nadie puede afirmar que tiene fe en Cristo si no cree en que el paraíso existió, y en que todos los sucesos ocurridos a Adán y Eva hicieron necesario el sacrificio de Cristo. Cuando venga el fin, "dirá el Rey a los que estén a su derecha: 'Vengan ustedes, a quienes mi Padre ha bendecido; reciban el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo".(Mateo 25:34) "Pero primero tendrá que predicarse el evangelio a todas las naciones". (Marcos 13:10)

Gracias por visitar nuestro blog.

Alejo dijo...

¿Cuán cierto pudo ser que entre los 12 y 30 años de edad Jesús perfeccionara su educación entre los esenios, los egipcios u otros pueblos?

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Alejo

Jesús mismo dijo que había venido a hacer la voluntad de su Padre, no la suya. Nadie discutiría que fue muy celoso al llevarla a cabo. Antes de él hubo muchos profetas verdaderos que hablaron de parte de Dios, pero él fue el principal representante. (Juan 6:38; 7:29)

Si él se hubiera dejado influir por la educación y cultura de las naciones gentiles, es decir, de otros pueblos, hubiera cometido un pecado grave ante la ley de Dios, la cual advertía que no se dejaran influir por los estatutos de otras naciones. (Levítico 18:1-5)

Además, hubiera mentido cuando dijo que en aquel tiempo la salvación se originaría de los judíos, es decir, que el Mesías provendría del linaje de Abraham. (Juan 4:22)

Por último, la Biblia afirma que él inició su labor mesiánica cuando tenía aproximadamente 30 años. De modo que no hubiera tenido tiempo de ir a educarse a ninguna otra parte. De hecho, la ley mandaba a los hijos israelitas a mantenerse en sujeción, es decir, cerca, de sus padres hasta cumplir la mayoría de edad, la cual se consideraba alrededor de los 30 años. (Lucas 3:23; 5:51-52)

De modo que si alguien te dice que Jesús fue educado o influido por otras culturas, está demostrando un gran desconocimiento de la Biblia y de la vida y obra de Jesús. Gracias por visitar nuestro blog.

Lazlo dijo...

En un programa de televisión se dijo que la Biblia había hecho la mayor contribución a la democracia, que se considera la forma de gobierno más eficiente en toda la historia. ¿Es eso verdad?

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Lazlo

No es un secreto que en general la industria de las comunicaciones se basa en programas respaldados por caros estudios de mercado que procuran satisfacer a los espectadores con la finalidad de sostener y fortalecer el negocio. De modo que no debes creer en todo lo que se presenta en las pantallas.

Respecto a tu pregunta, la Biblia, de principio a fin, sostiene la teocracia, es decir, un gobierno basado en la soberanía de Dios, no de los hombres. En la medida en que los israelitas se adherían a la política establecida en las Santas Escrituras, transmitida por inspiración del espíritu santo mediante los profetas, se podía decir que Dios los gobernaba. Pero en la medida en que se alejaban, los resultados eran realmente calamitosos.

Eso se debía a la simple premisa de que Dios sabe más que el hombre. Era imposible que les fuera bien pasando por alto las instrucciones de Aquel que creó todas las cosas. Es una lógica simple: ¿Como va a funcionar tu automóvil a las mil maravillas pasando por alto las instrucciones del fabricante? ¡Imposible!

Después de siglos de ignorancia debida a la desobediencia, el sistema teocrático fue restablecido por Jesucristo mismo al enseñar a sus apóstoles a poner la voluntad de Dios por encima de la voluntad de los hombres. Y uno de los muchos ejemplos más característicos y claros de dicho sistema de gobierno puede observarse en la manera como ellos solían resolver los problemas de las congregaciones en el primer siglo. (Hechos de Apòstoles cap. 15) La democracia es un gobierno basado en la voluntad de los hombres, no de Dios.

Por lo tanto, la afirmación que hiciste es cierta, pero no del todo. Porque aunque muchos juristas y políticos del mundo tomaron algunos principios que figuraban en la Biblia para establecer o reforzar ciertas formas propias de gobierno, pasaron flagrantemente por alto otras que eran tanto o más importantes.

Gracias por visitar nuestro blog.

Albricia dijo...

Algunas Biblias dicen "fin del mundo", otras "fin del siglo", otras "cosumación de las edades", otras "consumación del siglo". Es confuso. ¿Cómo debemos entenderlo?

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Albricia

La confusión religiosa ha sido una característica del mundo desde los tiempos de la Torre de Babel. Babel o Babilonia significa "confusión". Pero el Cristo vino para aclarar todas las cosas, y sus apóstoles fueron comisionados a extender su obra hasta los confines de la tierra. (Mateo 13:34-35)

La parábola del trigo y la cizaña indica que la obra del Diablo continuaría paralelamente hasta los confines de la tierra. (Mateo 13:24.30, 36-43) Por lo tanto, no es de extrañar que exista confusión religiosa respecto a muchos términos doctrinales. Pero si te detienes a pensarlo y atas algunos cabos, la confusión desaparece. (Daniel 12:10; Malaquías 3:18)

El apóstol Pedro ya hablaba de un "fin del mundo" en los tiempos de Noé. Pero en aquel tiempo la tierra no habia sido destruida, sino la gente mala. Por eso, una sencilla comparación de la profecía de Isaías 34:1-6 con la primera epístola del apóstol, capítulo 3, versículo 10, entendemos que no se refiere a la destrucción del planeta, sino a lo mismo: la destrucción de la gente mala.

De modo que con la expresión "fin del siglo" o "consumación de los siglos", la Biblia se refiere a una transformación semejante a la que hubo en los tiempos de Noé. Como sabes, después del diluvio empezó un "nuevo mundo" (aunque la tierra no había sido destruida). Igualmente, Jesús dijo que su reino vendría de manera semejante al cambio que hubo en los tiempos de Noé. (Mateo 24:36-42)

La Biblia es consecuente consigo misma, y no es confusa. Solo necesitas un poco de ayuda para atar cabos y llegar a la conclusión correcta. El "fin del mundo" se refiere al "comienzo del Reino de Dios", un tiempo en el que el Diablo ni sus demonios tendrán injerencia alguna. La tierra no será destruida, sino la maldad, el mundo o sistema de vida corrupto promovido por el Diablo. Entonces se dará inicio al reino de Cristo. (Mateo 25:34) Gracias por visitar nuestro blog.

Janita dijo...

A veces se cruzan en mi camino amigos, compañeros de trabajo, vecinos o hasta extraños que me hablan de su religión, algunos de ellos suenan tan convincentes. Yo tengo mi fe y no me interesa, pero confieso que me da curiosidad. ¿Cómo saber quién está en lo correcto?

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Janita

Para saber quién está en lo correcto tienes que confirmar si lo que te está diciendo concuerda con la Palabra de Dios, y una maner de hacerlo consiste en hacerle muchas preguntas para ver si te responde usando las Escrituras. No te dejes palabrear. Solo pídele respetuosamente que te confirme con las Esrituras lo que está diciendo.

Por favor, ve a nuestra página de respuestas y lee nuestro artículo "¿A quién creerle?". Gracias por visitar nuestro blog.

Alec dijo...

¿Por qué no reconocieron a Jesús los judíos si las profecías claramente señalaban al Cristo? (Mat 2:1-6)

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Alec

Hemos publicado para ti el artículo "Por qué no reconocen a Jesús como el Mesías" en nuestra página de respuestas. Esperamos que te ayude a sacar tus propias conclusiones. Gracias por visitar nuestro blog.

Pearl dijo...

¿Qué necesito para volver a ver a Jesucristo?

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Pearl

Puedes analizar la respuesta a tu pregunta a partir del Salmo 118:26, donde se hace referencia al nombre del Señor. Evidentemente, por una comparación con otras traducciones, se puede deducir que el Salmo 118:26 se refiere a Yaveh o Jehová, el Dios de los hebreos, a quien Jesucristo se refierió en Mateo 23:39, que es el texto que contiene el requisito fundamental para todos los que quieran volver a ver a Jesucristo. Él no impuso dicha condición, sino el espíritu santo. Jesucristo solo citó del Salmo al explicar que nadie volvería a verlo a menos que cumplieran dicho requisito. Si quieres volver a ver a Jesucristo, no hay otra forma, debes llenar el requisito mencionado en Mateo 23:39. Esperamos haberte ayudado a encontrar la respuesta a tu pregunta.

Pearl dijo...

Si Santo Tomás salió de las dudas y dio gloria al Señor cuando vio a Jesucristo resucitado, ¿por qué el Señor no se presentó ante los escribas y fariseos después de resucitar? Habrían dado gloria a Dios y se hubieran arrepentido, aceptando al Salvador. ¿Por qué visitó a sus apóstoles, pero no fue adonde los fariseos? Esa duda me consume. ¡Hubiera sido fantástico que se presentara ante sus acusadores!

Uno de los cuervos dijo...

Hola, Pearl

Aparentemente, pero no desde la óptica del Señor. A la luz de la parábola que se lee en Lucas 16:30-31, Jesús explicó la inutilidad de una acción de esa naturaleza. Y el apóstol Pablo explicó con detalle en Hebreos 6:4-6 las actitudes de personas de esa clase. Jesús ya había advertido que solo sus discípulos y amigos volverían a verlo. (Juan 14:19; 15:14). La contemplación del Señor que se menciona en 2 Tesalonicences 1:6-10 más bien armoniza con la ejecución del juicio contra los malos, profetizado en Isaías 61:1-2. (Mateo 25:31-33)

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